El 13 de junio se cumplieron 30 años de ordenación sacerdotal del P. Ricardo González, capellán mayor de la Universidad de Piura. Para conmemorarlo, celebró una misa en la Ermita de Campus Piura.
Por Lucy Vicente Chamba. 15 junio, 2023.“Hoy puedo concelebrar esta Eucaristía con algunos sacerdotes de la Arquidiócesis, y podremos dar así -todos- un testimonio de la fidelidad, unidad y alegría que nos da el sacramento que hemos recibido”, expresó en su homilía el padre Ricardo González Gatica, quien también ha cumplido 20 años en la Universidad de Piura (10 en cada campus).
Antes de la celebración, a la que acudieron más de 500 personas, el capellán mayor señaló que, la ordenación sacerdotal, es como una esperanza de vida con la que desea llegar hasta el final de sus días. Dijo que este aniversario es una ocasión para reafirmar su vocación, agradecer a Dios y para orar por la labor sacerdotal.
En la homilía recalcó que celebraciones públicas como esta ayudan a dar gracias a Dios, a reconocer su grandeza y a pedir oraciones a los fieles por los sacerdotes y la Iglesia. “Con la gracia de Dios, tantos sacerdotes y matrimonios podemos decir hoy que el hombre es capaz de asumir compromisos definitivos, estables, fieles. Justamente para eso, los sacerdotes necesitamos la oración de tantas personas que valoran el sacerdocio. Todos los sacerdotes experimentamos que eso es lo que nos sostiene, además, por supuesto, de Jesucristo, de la Sagrada Eucaristía”.
El P. Ricardo González
Nació en Chile. Es el quinto de ocho hermanos, hijo de una familia cristiana que le inculcó desde muy niño el amor a Dios y a la familia. Afirma que una de sus alegrías es hablar de su familia. “Es algo que me apasiona; me resulta grato hablar de mis padres y de mis hermanos. La vida familiar ha sido muy grata, he podido crecer con cuatro hermanos mayores que me han visto crecer y tres a los que he visto crecer”, expresa.
Cursó estudios de Administración de Empresas en Chile. En 1986 viajó a Roma, donde estudió Filosofía y Teología; y se ordenó sacerdote el 13 junio de 1993, con la bendición del monseñor Álvaro del Portillo.
En el 2002, monseñor Echevarría, entonces obispo prelado del Opus Dei y Gran Canciller de la UDEP, le propuso venir al Perú. Así, llegó a Lima donde estuvo 11 años; en Campus Lima desde sus inicios (2003); y el 2013 llegó a Campus Piura. Este itinerario le ha permitido ejercer su labor sacerdotal en Roma y Perú.
Los primeros 30 años
El padre Ricardo González refiere que su vocación sacerdotal se la debe a sus padres. “Como decía San Josemaría, el 90% de la vocación se lo debemos a los padres. He tenido la oportunidad de vivir con una familia cristiana, que vivía el día a día con un sentido cristiano y una unidad familiar”
Respecto a sus 30 años de sacerdocio dice: “Se construyen día a día, se trata de una fidelidad que se vive a diario con amor, aunque muchas veces se hagan las mismas actividades”.
Agrega que la esencia de su fidelidad sacerdotal es gracias a la bendición de Dios, y el amor a las tareas del día, citando a san Josemaría expresa: “Se trata de vivir cada cosa que te toca hacer como si fuera la primera vez, como si fuera la única vez y como si fuera la última vez” Esto lo aplica en “cada misa, en horas de confesiones, en cada retiro y en cada confesión”, agrega.
En la UDEP
Para el capellán mayor, trabajar en la Universidad de Piura es muy gratificante porque, además de ser una institución que comparte el espíritu del Opus Dei, trabaja en la formación de jóvenes universitarios, a través de la cátedra. Además, afirma que el trabajo en la UDEP le permite una cercanía con las familias, trabajadores y egresados.
El padre González afirma que desde que llegó a Piura ha notado un cariño interesante de gente conocida y desconocida. “El cariño de la gente de Piura es generoso. Hay una posibilidad inmensa de llegar a las personas, porque hay una apertura muy grande a los sacramentos y a dialogar con el sacerdote”.
Piura es una ciudad que le brinda la oportunidad de desarrollar su tarea sacerdotal en el día a día, dentro y fuera de la universidad, señala.
Fidelidad
Durante la homilía, en la misa de acción de gracias por este trigésimo aniversario, el padre González expresó que la fecha es un momento oportuno para reconocer la fidelidad en el sacerdocio y en la vida matrimonial. “Existen muchos obstáculos, a veces complejos, que dificultan este encuentro personal con el amor de Dios; pero, también hay signos de esperanza”, dijo.
También invitó a los padres de familia a mantener las ilusiones de los jóvenes frente al consumismo, la inmediatez y la frivolidad. “Es fácil lamentarse de esa situación; más exigente, en cambio, hay que procurar estar a la altura de esos deseos de cosas grandes para mantener la juventud del corazón (…) Los padres son responsables del noventa por ciento de la vocación de sus hijos”, resaltó.